Las causas del linfoma de células del manto se desconocen, pero existen factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de padecer un cáncer de estas características.
El linfoma de células del manto se presenta con más frecuencia en adultos mayores: la media de edad de los pacientes en los que se detecta un linfoma de células del manto es de 68 años. 2
El linfoma de células del manto se diagnostica con mayor frecuencia en hombres que en mujeres.2
Las personas con enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, son más propensas a padecer un linfoma.
Por ejemplo, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) está asociado a un mayor riesgo de padecer un linfoma.
Para entender cómo se desarrolla el linfoma de células del manto, es útil empezar explicando que las células del cuerpo humano tienen dentro de su núcleo unas estructuras llamadas cromosomas, que son las que contienen la información genética de la célula.
A su vez, dentro de cada cromosoma, existen pequeños fragmentos que actúan como unidades básicas de almacenamiento de dicha información genética. Estos fragmentos son los genes, y cada uno de ellos tiene asignada una posición específica dentro de cada cromosoma.
Cuando las células se dividen para crear nuevas células, realizan copias idénticas de su material genético para trasmitírselo a las células hijas. En ocasiones, pueden producirse fallos en ese proceso de división que son lo que se conoce como mutación genética.
Una de estas mutaciones genéticas se conoce con el nombre de translocación, donde un fragmento de un cromosoma se rompe y se une a otro cromosoma.
En el cuerpo humano, cada célula tiene normalmente 23 pares de cromosomas, y el linfoma de células del manto se desarrolla a partir de una translocación recíproca entre dos cromosomas concretos, el cromosoma 11 y el cromosoma 14, produciéndose así un intercambio de dichos fragmentos o material genético. Esto se conoce como translocación t(11;14).2
La traslocación desencadena la producción excesiva de ciclina D1, una proteína que provoca la división y proliferación de las células tumorales.2
Lo que mejor caracteriza al linfoma de células del manto es el estudio genético de sus células: en casi todos los casos, puede detectarse la traslocación del oncogén ciclina D1.3 Los oncogenes son un tipo de genes que han sufrido una mutación y tienen el potencial de causar cáncer, haciendo que las células se dividan y multipliquen de forma descontrolada.4
La ciclina D1 es una proteína que ayuda a controlar la multiplicación celular.5 Al producirse el intercambio de lugar entre los fragmentos genéticos de los cromosomas 11 y 14, característico del linfoma de células del manto, la ciclina D1 comienza a producirse en exceso, lo que da lugar a la acumulación de una gran cantidad de células malignas, o sea, las células del linfoma de células del manto.2
Además, altera la función de los genes supresores de tumores, lo que evita que reparen células dañadas e impidan la multiplicación celular excesiva.3