Tratar la depresión, también en los mayores

Tratar la depresión, también en los mayores

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La prevalencia de la depresión en las personas mayores (a partir de los 60 años) es tres veces más baja que entre los jóvenes de 18 a 29 años 1, pero el creciente envejecimiento de la población europea ha hecho urgente prestar atención a la salud mental de los adultos de más edad. 2 Así, el estudio EURODEP, desarrollado con la participación de nueve países europeos entre los que figura España, ya detectó en 2004 que la depresión es una de las enfermedades mentales más frecuentes entre las personas mayores de 65 años, con un porcentaje de prevalencia que oscila entre un 8,8% y un 23,6%. 2

El riesgo de depresión y ansiedad en personas mayores puede ser más alto debido a malas condiciones de vida, el deterioro en la salud física o la falta de acceso a apoyo y servicios de calidad. Esto incluye a los adultos mayores que viven con enfermedades crónicas (como enfermedades cardiacas, cáncer o accidente cerebrovascular), afecciones neurológicas, como la demencia, o problemas de abuso de sustancias . Más aún, la salud mental también está condicionada por el impacto acumulado de experiencias vitales anteriores. 3

Con todo, el EURODEP también concluyó que más del 60 % de las personas mayores en Europa tenían pocos síntomas de depresión, por lo que no puede afirmarse que la vejez esté inevitablemente asociada con la depresión. 2 Así, mientras muchas personas mayores tendrán buena salud, otras se encontrarán en riesgo de desarrollar problemas de salud mental, como la depresión o la ansiedad, para los que la detección temprana y el tratamiento son fundamentales. 3

Combatir el estigma de la depresión en mayores

A menudo, los problemas de salud mental en personas mayores están infradiagnosticados e infratratados y el estigma puede hacerles reticentes a pedir ayuda. 3 De hecho, algunos estudios han evidenciado que muchos adultos mayores no piden ayuda profesional por miedo a las opiniones de otras personas o a que alguien se entere de su condición. Además, se ha demostrado que el estigma internalizado o autoestigma desempeña un papel crucial en su decisión de buscar ayuda para los problemas de salud mental: quienes tienen opiniones estigmatizadoras hacia otras personas con enfermedades mentales tienden a evitar el contacto con ese grupo y se abstienen también de buscar ayuda. 4

Esto indica que la influencia del estigma de la salud mental y los tabúes generacionales son una de las principales barreras a la hora de que las personas mayores pidan ayuda profesional. En consecuencia, desarrollar actuaciones dirigidas a abordar el estigma puede ser beneficioso para mejorar la búsqueda de ayuda en los adultos mayores. 4

Cuándo sospechar la depresión1

Las personas con depresión suelen describir su estado de ánimo como deprimido, triste, desesperanzado, desanimado o decaído. En algunos casos, la tristeza puede negarse al principio, pero posteriormente puede ser evocada mediante una entrevista (por ejemplo, la persona puede parecer que está a punto de llorar). En algunas personas que se quejan de sentirse desanimadas, sin sentimientos o ansiosas, la depresión puede inferirse a partir de su expresión facial y de su comportamiento.

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5-TR), la presencia en las últimas dos semanas (la mayor parte del día, casi todos los días) de 5 o más de los siguientes síntomas, cuando representan un cambio en el funcionamiento habitual de la persona, deben ser considerados síntomas de la depresión (teniendo en cuenta que los dos primeros deben existir siempre):

  1. Ánimo bajo.
  2. Pérdida del interés o del placer por las actividades.
  3. Pérdida (o ganancia) significativa de apetito y/o peso.
  4. Insomnio o exceso de sueño.
  5. Agitación o retardo del movimiento.
  6. Fatiga o pérdida de energía.
  7. Sensación de desesperanza o culpa inapropiadas.
  8. Dificultades de concentración o indecisión.
  9. Pensamientos de muerte recurrentes (no solamente miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan específico para llevarlas a cabo, intento de suicidio o un plan específico para cometerlo.
Prevención de la depresión en personas mayores3

Las estrategias de promoción de la salud mental en adultos mayores están centradas en potenciar un envejecimiento saludable, creando entornos físicos y sociales que refuercen el bienestar. Entre las claves para lograrlo, se incluyen:

  • Reducir la inseguridad financiera y la desigualdad salarial,
  • Asegurar la vivienda y la accesibilidad a los edificios y transporte públicos.
  • Apoyar socialmente a los mayores y a sus cuidadores.
  • Promover estilos de vida saludables: dieta equilibrada, actividad física, abandono del tabaquismo, reducción del consumo de alcohol.
  • Desarrollar programas sanitarios y sociales enfocados a grupos vulnerables, como las personas que viven en soledad, en áreas remotas o con una enfermedad crónica.

Si estas interesado en saber más, la serie documental No es depre, es DEPRESIÓN pretende ser una aproximación desde diferentes perspectivas a esta enfermedad. Seis episodios conforman un viaje por la depresión en el que pacientes y expertos de distintos ámbitos nos hablan de ella.

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