Mieloma múltiple hoy < Biopsia y aspirado de médula ósea en el mieloma múltiple
La biopsia y aspirado de médula ósea son pruebas que permiten determinar el porcentaje de células plasmáticas en la médula ósea, cuya cantidad suele ser más alta de lo normal en las personas con mieloma múltiple.
También pueden servir como estrategia para evaluar la respuesta al tratamiento, ya que posibilita el examinar la cantidad y el perfil de las células del mieloma en la médula ósea.
La médula ósea es el tejido esponjoso que se localiza en el interior de la mayoría de los huesos, en una cavidad central donde se forman las células sanguíneas. El mieloma múltiple comienza en esta zona del cuerpo con la transformación de una célula plasmática que se convierte en cancerosa (“célula del mieloma”) y comienza a multiplicarse, produciendo, como resultado, muchas más células del mieloma. Cuando estas células del mieloma se acumulan fuera de la médula ósea, se forman plasmocitomas que pueden afectar a diferentes partes del cuerpo, presentándose más comúnmente en los huesos, la piel, los músculos y los pulmones.
Uno de los criterios diagnósticos del mieloma múltiple es el nivel de células plasmáticas malignas en la médula ósea igual o superior al 10%, o la presencia de plasmocitoma óseo o extramedular, confirmado por biopsia.
La biopsia de médula ósea consiste en obtener una muestra sólida de la médula ósea para que pueda examinarse en el laboratorio en busca de anomalías.
Se introduce una aguja hueca especial para extraer un pequeño fragmento de hueso que contenga médula ósea. Por lo general, se utiliza el hueso de la cadera (hueso pélvico).
Cuando se saca la aguja, se aplica presión local para evitar el sangrado.
El aspirado de médula ósea es un procedimiento similar al de la biopsia que consiste en extraer una pequeña cantidad de líquido con células de la médula ósea. Al igual que con la biopsia, suele utilizarse el hueso de la cadera.
Se aplica anestesia local y se extrae la muestra líquida con una aguja especial que se introduce en la médula ósea a través del hueso. La muestra se examina al microscopio y se evalúa para detectar la presencia del mieloma y determinar su extensión.
Existen determinadas ocasiones en las que no se llega a obtener grumo o sangre medular, por lo que es posible que haya que intentarlo de nuevo o cambiar de zona. Esta circunstancia recibe el nombre de “punción seca”.
La biopsia y aspirado de médula ósea pueden realizarse en el consultorio médico o en un hospital, y casi siempre se hacen durante la misma intervención. Ambos procedimientos duran unos 10-15 minutos.
Para evitar el dolor, se utiliza anestesia local antes del procedimiento. No obstante, es normal sentir una sensación de ardor moderado.
Los riesgos más frecuentes de la biopsia de médula ósea son:
A la muestra de médula ósea obtenida en el aspirado medular se le pueden hacer otro tipo de pruebas para obtener más información sobre el mieloma múltiple, como las siguientes: