Aunque la psoriasis no tiene cura, las terapias que se prescriben pueden lograr una gran mejoría en las lesiones cutáneas del paciente e incluso hacerlas desaparecer, manteniendo los síntomas bajo control.
Como la evolución de la enfermedad y la respuesta a los medicamentos pueden variar de un paciente a otro, el tratamiento para la psoriasis siempre ha de ser personalizado en cada caso. El profesional sanitario, a la hora de recomendar un tratamiento, deberá tener en cuenta diversos factores como la gravedad de la psoriasis, el estilo de vida de la persona con la enfermedad, su edad, su historial médico y sus preferencias personales.
Existen diferentes tipos de tratamientos que se recomendarán dependiendo de cada caso particular: