La psoriasis afecta a la piel, lo que la convierte en una enfermedad “visible”. Además, por su posible impacto sobre las actividades cotidianas, personales, familiares y laborales, quienes la padecen pueden desarrollar ansiedad y depresión. Por eso, las intervenciones psicológicas (visitas al psicólogo o al psiquiatra) pueden ser útiles para mejorar la calidad de vida y complementar el tratamiento dermatológico cuando sea necesario.
Aunque muchas personas son capaces de sobrellevar la psoriasis, para otras, la visibilidad de las lesiones puede causar angustia y provocar que se aíslen socialmente.
El factor psicológico en las personas con psoriasis (la ansiedad, el estrés o la depresión) influyen mucho, además, en la psoriasis, por lo que, a veces, los brotes van precedidos de problemas personales, familiares o laborales.
Según un estudio basado en los resultados de encuestas realizadas a personas con psoriasis, entre los aspectos que más les afectan psicológicamente, se encuentran los siguientes:
Descubre recomendaciones para vivir con psoriasis y mejorar la calidad de vida.
Desmontando mitos de la psoriasis pretende poner fin a falsas teorías relacionadas con la enfermedad.
Infórmate sobre las opciones de tratamiento de la psoriasis.
Descubre Buen camino, el documental que recoge el trayecto vital de 20 personas con IMID a lo largo del Camino de Santiago.